En la naturaleza, los insectos interactúan con compuestos químicos emitidos por árboles y plantas, que actúan como señales de comportamiento. Estos compuestos indican si una planta determinada es un huésped adecuado o los insectos deben evitarla. ISCA identifica estos semioquímicos en sus formulaciones para crear repelentes naturales altamente específicos que dirigen el comportamiento de los insectos objetivo sin dañar a los insectos beneficiosos.
Debido a que están basados en componentes naturales, estos repelentes son seguros para los humanos, las mascotas, la vida silvestre y el medio ambiente. Además, representan una solución eficaz y sostenible para integrar estrategias de manejo de insectos, promoviendo el equilibrio ecológico y la protección agrícola.